miércoles, 28 de mayo de 2014

Relieve y Vegetaciòn



Relieve

Turquía es un país extraordinariamente complejo. Desde las costas mediterráneas hasta las montañas del Cáucaso y los desiertos de Oriente Medio, se desarrollan grandes unidades de relieve. Turquía se encuentra una zona sísmica muy activa. Algunas de las fallas principales entre la placa africana y la euroasiática atraviesan el Bósforo y comunican el Mediterráneo con el mar Negro. Además, al sureste encontramos el contacto entre la placa euroasiática y la arábiga. Los terremotos, especialmente en la región del mar de Mármara, son muy frecuentes.
El núcleo territorial de Turquía es la península de Anatolia, que presenta una amplia meseta central, rodeada de montañas, levantadas durante la orogenia alpina, y estrechas llanuras costeras. Hacia el este Turquía se vuelve muy montañosa. Aquí se encuentra el monte Ararat, el pico más alto de Turquía con 5.165 metros de altitud. En conjunto podemos identificar en Turquía la meseta central de Anatolia y la orla adyacente compuesta por cuatro unidades: el arco póntico, la región del Mármara-Egeo, el Mediterráneo y los montes orientales.
La meseta de Anatolia tiene un carácter marcadamente continental, gracias a que está rodeada de un cíngulo montañoso y una altitud media por encima de los 1.000 metros, que se eleva de oeste a este. Al norte está limitada por los montes Pónticos, y al sur por los montes Taurus. En el extremo este se encuentra el nudo armenio, la zona más montañosa del país y de donde parten las cadenas montañosas de Armenia, por un lado e Irán, por el otro. La Anatolia central es un macizo antiguo recubierto por materiales sedimentarios y moteado por formaciones volcánicas. Algunas de estas formaciones están intensamente erosionadas, como ocurre en la región de Goreme, al este de Capadocia. Son numerosos, en la zona, los horst y graven, provocados por las intensas fuerzas orogénicas, por lo que la región está cuarteada entre cubetas que acumulan sedimentos y resaltes, que pueden llegar a los 2.000 metros, que funcionan como superficie de erosión en los que llega a aflorar el sustrato granítico. Los más importantes son: Ulu-dag, Turkemen-dag y Sulta-dag, ubicado hacia el oeste, y que se abren sobre la región Mármara-Egeo, a través de una estructura escalonada, que se hunde en el mar.
El arco póntico está formado por la codillera Póntica, muy próxima al litoral, lo que deja una estrecha franja costera que separa la meseta de Anatolia del mar Negro. Su altura es notable, con puertos a más de 2.500 metros de altitud. Esta circunstancia aísla la costa del mar Negro, Rize y Trebisonda (Trapisonda), del resto del país. Además, la costa es abrupta y rectilínea, poco propicia para encontrar puertos en ella. La cordillera tiene una dirección general este-oeste, que es cortada perpendicularmente por ríos de norte a sur. Se trata de un macizo antiguo fracturado y elevado durante la orogenia alpina.
Las costas del mar de Mármara y el Egeo incluyen tanto del lado asiático como las europeas. Aquí Turquía se vuelve un país eminentemente marítimo.
El mar de Mármara se articula en torno al estrecho del Bósforo, al norte, de 25 km de longitud, y 1,5 de ancho, y el estrecho de los Dardanelos, al sur, de 40 km de longitud y algo más ancho. En la parte europea se encuentra Tracia, conformada por una meseta central, sedimentaria y rodeada de montañas: la cordillera Istranca, que la separa del mar Negro, y la de Tekir-dag, que la separa del mar de Mármara. En la parte asiática, por el contrario, encontramos extensas llanuras litorales, tras las cuales aparece el macizo de Ulu-dag, que da acceso a la meseta de Anatolia.
La costa del mar Egeo se caracteriza por ser muy recortada, caliza, con muchos puertos naturales. Tras la llanura litoral encontramos las montañas de Emir-dag y Murat-dag, que son la puerta a la meseta central.
La región del mar Mediterráneo, todo el resto de la costa sur, está limitada por el norte por los montes Taurus, muy próximos al litoral. Son de naturaleza caliza, y se elevan hasta los 2.800 y 3.500 metros. En la parte norte de estos montes encontramos volcanes inactivos.

 

Vegetación

Turquía tiene gran variedad de paisajes biogeográficos, debido a las diferencias climáticas y a que se encuentra a caballo entre dos regiones ecogeográficas. Podemos encontrar desde estepas secas hasta bosques de frondosas y bosque mediterráneo.
En la meseta de Anatolia el paisaje vegetal se caracteriza por la pobreza taxonomica. Se trata de una vegetación esclerófila y espinosa, de tipo estepario, pero que en las montañas da paso a un bosque de coníferas y Quercus. A parte de la estepa lo más característico es el bosque galería que se desarrolla a lo largo de los ríos y en torno los lagos. Se trata de una vegetación más frondosa, con abundancia de fresnos, chopos y palmeras. En torno a los lagos salados aparece una vegetación palustre halófila muy característica.
En la región de mar Negro la vegetación varía desde la escasez de la costa a los grandes bosques de frondosas de las cercanas montañas. Son especies de tipo atlántico que crecen en las laderas de umbría y con alta humedad. A partir de los 1.200 metros de altitud encontramos robles, carpes, castaños, hayas y plataneros. Por encima aparecen el bosque de coníferas, con abetos, pinos y cedros.
En el mar Mediterráneo, desde el mar de Mármara y por toda la costa sur, encontramos el bosque mediterráneo, con encinas, robles y alconoques, y un sotobosque típico, xerófilo y aromático. Se trata de una región intervenida desde antiguo, por lo que el bosque sólo se encuentra en ciertos enclaves. Sin llegar a aparecer la estepa mediterránea, el bosque galería, con álamos y fresnos, es, también muy característico.
En detalle podemos encontrar catorce ecorregiones. Entre los bosques de frondosas encontramos, el bosque de frondosas del Ponto Euxino y la Cólquide, que se extiende por la costa del mar Negro, el bosque mixto balcánico, en la Turquía europea, el bosque mixto del Cáucaso, que aparece en una pequeña región del noreste del país, el bosque caducifolio de Anatolia central, en las montañas del centro del país, el bosque caducifolio de Anatolia oriental, en las montañas del este, y la estepa de los montes Zagros, hacia el sureste, mezclada con formaciones boscosas.
En las montañas del norte de Anatolia se desarrolla un bosque templado de coníferas.
En el bosque mediterráneo encontramos cuatro variedades, el bosque esclerófilo y mixto del Egeo y Turquía occidental, que se extiende por toda la costa oeste, el bosque mixto de Anatolia, que se adentra en la meseta hasta casi el centro del país, el bosque montano de Anatolia meridional, que aparece en la ladera norte de las montañas del sur del país, y el bosque del mediterráneo oriental, que aparece a lo largo de la costa sur.
En la pradera, característica del centro del país, encontramos tres variedades, la estepa de Anatolia central, cuyo paisaje es el típico del centro de la península, la estepa montana de Anatolia oriental, que aparece en las regiones de sotavento de las montañas del este, y la estepa de Oriente Próximo, que aparece ya en las zonas orientadas hacia los desiertos de Oriente Medio, en el sureste del país. Entre ellos encontramos desiertos y semidesiertos que dificultan la aparición de formaciones vegetales, y se sitúan en las zonas más claramente de clima continental seco.
 

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